Vargas Llosa-García Márquez y la historia del puñetazo que cumple 45 años
Mario Vargas Llosa lanzó un duro golpe a Gabriel García Márquez. Eso ocurrió la noche del 12 de febrero de 1976. La razón es pura especulación hasta hoy; lo cierto es que ambos maestros de la literatura terminaron enemistados de por vida.
No hay duda de que una reacción tan violenta como la reseñada por varias personas solo se puede entender en el contexto de una ofensa grave. Una cuestión que ninguno de los protagonistas ha querido comentar ni seguramente lo hará. Por eso todo lo que se diga al respecto no pasará de la mera especulación.
El biógrafo de García Márquez (y también de Vargas Llosa), el hispanista británico Gerald Martin tiene autoridad para decir algo al respecto, tras investigar durante 17 años la vida del gran escritor colombiano. En octubre del 2009, cuando salió en librerías Cien años de soledad. Gabriel García Márquez. Una vida, su contundente biografía del colombiano, Martin aseguraba que después de ese incidente, “nada volvería a ser lo mismo, sin excepción en la relación entre García Márquez y Vargas Llosa, que a su debido tiempo resultaría la más violenta y acalorada de todas las pérdidas de este drama político”.
Martin recordaba que, efectivamente, cuando apareció en diciembre de 1971 el libro de crítica que Vargas Llosa dedicó a la obra de su amigo Gabo: García Márquez: Historia de un deicidio, ya empezaba el alejamiento entre ambos y este se aceleró en los años siguientes, hasta llegar a su punto final esa noche de 12 de febrero de 1976.
Desde los turbulentos años 60, ambos escritores se habían entendido y habían coincidido en la defensa de la primera etapa de la revolución cubana, triunfante en 1959. Desde que se conocieron personalmente en 1967, en el aeropuerto de Caracas (los dos iban a la ceremonia del Premio Rómulo Gallegos, que obtuvo el peruano por La casa verde), hasta ese febrero de 1976, su amistad había sido intensa, cercana, podía decirse incluso fraternal; pero luego pasó a ser nada.
Bien se dice que a amistades intensas, rompimientos intensos. Al final de cuentas, esa ha sido una constante en la historia de la literatura mundial.
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