Crisis de la representación
política del Congreso
de la República del Perú
RESUMEN
Cuando
en 1993 se votó la actual Constitución Política, el Congreso de la República
pasó de ser uno
conformado por 240 representantes divididos en dos cámaras a uno de 120
agrupados en una
sola cámara; ese número, a pesar del tiempo transcurrido (20 años), no se ha
incrementado sustancialmente,
debilitando la ya frágil institucionalidad democrática. El problema es que la representación
congresal es política, por lo que esta se constituye no solo por una delegación formal
sino también por la identificación psicológica entre el representante y su
electorado, que debe
ver al primero como alguien que defiende sus intereses, los mismos que son más
dispersos y
diferenciados mientras más grande es la población electoral. Por otro lado, la
representación que
ejerce hoy el congresista al cumplir sus funciones es de doble naturaleza
porque por un lado representa
a su electorado (regional) y por otro a la Nación entera, y eventualmente tiene
que decidir
entre intereses contrapuestos, como sucede al momento de votar normas de
carácter general
que no tienen el mismo efecto o aceptación en todas las regiones. El resultado
de esta
situación
es la pérdida de confianza de los electores en sus representantes, el
desprestigio de la
institución parlamentaria, de sus miembros y de todo el sistema democrático que
se basa precisamente
en la legitimidad del ejercicio del poder político. El presente trabajo
demuestra cómo
a través del tiempo la representación numérica de los miembros del Congreso se
ha visto seriamente
afectada, y cómo es que el Parlamento peruano es el menos representativo de
todos los
que ha tenido en todo el siglo XX y en lo que va del XXI.
Palabras
clave: Parlamento,
Constitución, elecciones, representación política.
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